Higiene facial
Aunque limpiemos nuestra piel todos los días, siempre quedan restos que exigen un tratamiento más profundo. La limpieza facial profesional completa nuestros pequeños rituales de limpieza cotidianos. No es un sistema para parecer más joven; su objetivo es limpiar en profundidad células muertas y feas espinillas y tonificar los músculos de la cara gracias a los masajes.
Es un básico de la estética por sí misma, para que la piel esté bonita, es necesario que siempre haya una buena limpieza. Además es el paso previo imprescindible antes de todo tratamiento específico facial o antiaging.
Dependiendo de la carencia y necesidad de cada piel, diagnosticaremos una higiene facial específica y adecuada. Tratamiento de higiene facial:
1- Limpieza facial: para ello se aplican distintos productos que limpian la parte superficial de la cara. A continuación se abren los poros mediante una crema flexibilizante que ayuda relajar la epidermis y a la correcta extracción de las impurezas y lesiones de la piel sin agredirla. Cada piel (seca, grasa o mixta) necesitará un tipo de producto distinto.
2- Masaje: en este punto es importante cerrar los poros y descongestionar la piel después del drenaje. Se aplican productos en gel o crema y se da un masaje relajante y tonificante. 3- Nutrición: la piel ya está lista para aprovechar al máximo los nutrientes y vitaminas de las mascarillas u otros tratamientos que vengan a continuación.
Aunque limpiemos nuestra piel todos los días, siempre quedan restos que exigen un tratamiento más profundo.
procedimiento
Tratamiento con productos y masajes.
beneficios
Piel hidratada y luminosa.
Resultados
Piel limpia de células muertas
Duración
Entre 50 y 90 minutos
Recuperación
Inmediata
Mejor momento
En cualquier época del año.